Entrevistas a Capellanes - Padre Hugo Alfonso Cuevas Zapata: Presentar a Cristo en el mundo Castrense

Estimado Padre Cuevas, ¿podría comentarnos cómo fue su experiencia durante estos 45 años en la institución?  ¿Cuáles fueron sus expectativas iniciales, dado que usted venía de una parroquia civil?

Ciertamente yo tuve contacto con el mundo castrense antes, pero lo hice ad-honorem, presencia de iglesia en el mundo militar, principalmente del ejército.  Procedo también de una familia militar, mi padre fue del ejército.  En cambio, ya entregado a la causa absoluta que era el servicio religioso, la gran expectativa fue presentar a Cristo a ese mundo castrense de la Fuerza Aérea de Chile.  Este ideal lo he llevado durante los 25 años que he prestado servicios en el mismo.  Esta expectativa comenzó y sigue siendo.  Y una vez que me acoja a retiro, seguirá siendo.

¿Cuál fue su mayor desafío y su mayor logro?

No es fácil la respuesta. Uno de los grandes desafíos fue poner en práctica en la Fuerza Aérea de Chile, lo que dice San Pablo, ser soldado de Cristo Jesús.   Un soldado de Cristo, incardinado al soldado de la patria.  Este ha sido el gran desafío que he tratado de cumplir hasta el día de hoy y que seguiré haciendo hasta que me sea posible.

Uno de los mayores logros es que me he sentido realizado como sacerdote en el mundo castrense Fuerza Aérea de Chile.   Nunca dejé de perder este norte. Soy sacerdote y junto a ello, como la institución me acogió, me aceptó, también he tratado de tener una disciplina militar en mi vida personal, pero sobre todo la disciplina de Cristo como sacerdote y como capellán.

Uno de los trabajos emblemáticos de estos últimos años han sido las Orientaciones Pastorales.   Usted, como jefe de servicio, trabajó codo a codo con el Obispo castrense.  ¿Cree usted que todavía hay desafíos pendientes todavía en estas OOPP? ¿Diría que hay que aterrizar las OOPP a las realidades de cada servicio?

Tenemos unas opciones de nuestra pastoral. El gran desafío que todavía no lo hemos logrado orientar y aquello en lo que más tenemos que trabajar es en la juventud.  Juventud, nuestras escuelas matrices, en el servicio militar, en los primeros grados, cuando ya son licenciados.  Juventud en nuestras fundaciones y villas militares.  Y allí es donde creo que personalmente, he tenido una debilidad.  He procurado hacer algo, pero no respecto a lo que las OOPP hoy nos piden.  Lógicamente son hasta el año 2022.  Pero, yo creo que ahí hay que hincarle el diente.  A nuestra juventud.

Ciertamente hay que adecuar las OOPP a cada servicio. El obispado orienta, pero cada servicio pone en práctica acorde a las necesidades también de cada servicio.   Y nuestro servicio abarca a mucha Juventud.  Hablando de juventud hasta los 30 años. Un cabo 2do o subteniente.  A ellos hay que marcarles esta preferencia por Cristo. Allí me falta algo. Di lo que pude, pero no logré alcanzar lo que se esperaba.

Usted está próximo a su retiro como jefe del servicio, ¿qué mensaje deja a los capellanes del obispado castrense, principalmente a los que recién están incorporándose?

Como dije anteriormente son 25 años que estoy en el servicio religioso de la Fuerza Aérea de Chile.   Mucha experiencia pastoral, mucho convivir con los hombres de armas y sus respectivas familias y solamente 3,5 años como capellán jefe.  ¿Qué mensaje?  No olvidar jamás que somos sacerdotes.  Nuestro sacerdocio es primordial y estamos nosotros en las Fuerzas Armadas con esta intención.  No del grado ni de la antigüedad como militares, sino sacerdotes in aeternum. Y que mi sacerdocio y el de todos los capellanes, sean jóvenes, de edad media o ya de edad avanzada, es que yo sacerdote haga presente a Cristo con mi vida y con mi palabra en el mundo castrense.    Mientras no olvidemos esto y lo mantengamos vivo y latente, la presencia de Cristo a través del obispado castrense en el mundo castrense de Chile va a ser efectiva.  Cuando le restemos importancia a nuestro sacerdocio, y nos miremos más como oficiales o como empleados civiles de nuestras respectivas instituciones, entonces Cristo va a estar a la sombra y nosotros vamos a estar a lucir.  Pero estamos ahí por Cristo, sólo por Cristo y en Cristo.

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