Sábado 11 de Abril de 2020.
En el diálogo dado a conocer este 11 de abril en el diario El Mercurio, el representante de la Santa Sede habla de la situación de su familia en España, especialmente de su madre de 92 años, ante la crisis del Coronavirus: "Muchos amigos han perdido seres queridos y la situación, por desgracia, ha sido triste y dolorosa", dice. También comenta acerca de las medidas de cuidado que la nunciatura ha tomado en este tiempo, agregando que muchas actividades han sido suspendidas y aplazadas.
Consultado sobre el llamado a la gente a quedarse en sus hogares y que no ha sido respetado por todos, monseñor Ortega piensa que es una medida por el bien de todos "Las autoridades, y la Iglesia se asocia también a esta invitación a cuidarse (...) Gracias a Dios muchas personas han acogido estos llamados, y si hay alguien que no los aplica o no los acoge es porque no son conscientes de la gravedad de la situación. Yo invitaría a todos a tomar esto muy en serio", agregando: "Si alguien no lo acoge es también porque antepone su interés personal al de todos y eso no es justo. Esta situación nos invita a todos a ser solidarios... Por eso, me parece que acatar la llamada de las autoridades no solo es un acto cívico, sino que también es un acto de solidaridad con todos nuestros conciudadanos".
Respecto a las diversas misas de manera virtual que se están desarrollando en el país debido a la emergencia sanitaria, Alberto Ortega expresó: "Es muy doloroso para los fieles no poder participar en la misa, pero es por un bien mayor para todos. Y hay alternativa: seguir estas celebraciones a través de la televisión, de internet, y yo creo que esta situación nos hace caer en la cuenta de que muchas veces dábamos por descontadas cosas que son una gracia y un don muy grande (...) Pero ese don lo seguimos recibiendo los fieles de otra manera Son celebraciones que van a ser muy fructíferas y los fieles están respondiendo muy bien. Me han dicho los obispos -porque yo no conozco bien la técnica- que se logra saber cuánta gente está siguiendo las celebraciones, y la está siguiendo mucha gente. E incluso yo creo que hay gente que no iba mucho a misa y ahora, sin embargo, está siguiendo las celebraciones".
Frente a la epidemia en Chile, el nuncio asegura que “la Iglesia está respondiendo bastante bien a esta situación. Ha puesto a disposición de las autoridades diversas instituciones, casas de ejercicios, casas religiosas y está transmitiendo ese mensaje a todos de cuidarse para poder cuidar a los demás". Además explica el rol que estima debe tener la Iglesia en este tiempo: "Acompañar a los hombres con una buena noticia. Y esa buena noticia es el amor de Dios, que hemos conocido gracias a Jesús, que nos acompaña con ternura, también en los momentos de dificultad. (...) Como Iglesia todos los cristianos estamos llamados a estar especialmente atentos a las necesidades de todos a nivel sanitario, económico y sobre todo espiritual. Como Iglesia podemos y debemos tener un rol muy importante en esta situación tan difícil, y sobre todo para ir iluminando las circunstancias que nos toca vivir a la luz de la fe, dando un sentido a esta situación tan difícil y con mucha confianza en las manos de Dios".
Junto con ello, el representante del Papa envía un mensaje de Semana Santa en este contexto: "Es un momento de trabajar juntos, de mirar esta situación con esperanza. Todos estamos unidos en la misma barca, somos frágiles y necesitamos la ayuda y colaboración de todos (...) Dios no nos deja solos, nos acompaña. Esta Semana Santa la celebramos con más intensidad que nunca, ya que celebramos que Jesús ha vencido el mal, el pecado, la muerte y por eso esta circunstancia tan dolorosa no tiene la última palabra sobre nuestra vida, sino que la última palabra es la victoria del amor, y de Dios que nos ama y que nos ha creado para que participemos de su vida y de su amor".
Finalmente, consultado sobre si la pandemia ha afectado la labor de acercamiento pastoral para recuperar la confianza de los fieles ante la crisis de los abusos sexuales, Alberto Ortega manifestó: Yo creo que aquí ha habido desafíos muy grandes para la Iglesia. Fue muy golpeada por la crisis de los abusos, que ha sido muy dolorosa, y cuando se habla de esta crisis de los abusos lo primero es manifestar mi cercanía a las víctimas y a la gente que ha sufrido por las culpas y los delitos de algunos miembros del clero. Es una ocasión que ha hecho que la Iglesia tenga que purificarse. Es una llamada a la conversión para todos y un camino que hay que seguir haciendo. Y eso pues condiciona también la misión ahora de la Iglesia y de la Nunciatura". Y añade: "La Iglesia tiene que seguir empeñándose en la prevención de abusos de todo tipo, aprendiendo de la experiencia. Se ha hecho un trabajo que yo creo importante, que hay que seguir haciéndolo, también de atención a las víctimas. Y la Iglesia siempre tiene una preferencia: debe tener una preferencia por los pobres. Y en ese sentido la misma crisis (sanitaria) que estamos viviendo, pues por desgracia va a tener consecuencias económicas graves, y ya las está teniendo, es un desafío muy grande para todos", enfatizando que "ahora que el acercamiento pastoral directo no es posible, hay que estar cercano de otras maneras. El Papa hablaba de la creatividad de la caridad. Es el momento de ser creativos para estar cerca de las personas, para responder a sus necesidades y a las que surgirán".
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Fuente: El Mercurio - Comunicaciones CECh
Santiago, 11-04-2020
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