El 28 de febrero de 1811 es el primer nombramiento, en propiedad, de un Sacerdote Capellán, el presbítero Manuel Videla. Así, desde sus inicios, nuestros hombres y mujeres de armas han sido acompañados y fortalecidos con la presencia de Capellanes quienes, formando parte de sus filas, han sabido mostrar con la palabra y el ejemplo la presencia de Dios.
Esta historia de acompañamiento espiritual toma forma jurídica el año 1910 cuando la Santa Sede crea la «Vicaría Castrense», con su respectivo Servicio Religioso, a petición expresa del Gobierno de Chile.
Hoy, el Obispado Castrense de Chile continúa realizando la misión de brindar la atención religiosa y espiritual que el personal necesita, de promover la formación moral en las grandes virtudes militares y la de asesorar al Mando en materias religiosas y éticas, cuando éste lo requiera. A esto se suman las prioridades pastorales de contribuir a la formación de la persona como tal, al fortalecimiento del matrimonio y la familia, a la educación en la fe de los jóvenes, al acompañamiento de enfermos y ancianos como la de fomentar la solidaridad con los más necesitados.
En este día especial para todos nosotros vaya mi fraternal saludo a militares y carabineros de Chile junto con sus familias y a los agentes evangelizadores por su entrega desinteresada, su sacrificio y testimonio en bien de nuestros hermanos y hermanas de armas. Que el Señor a todos nos regale una fe que persevere en medio del conflicto, una esperanza que no decaiga ante las dificultades y un amor que se exprese en acciones concretas frente a débiles y desfavorecidos.
Que María Santísima, a quien veneramos bajo la advocación de nuestra señora del Carmen, Patrona y Generala Jurada de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, nos cobije y proteja siempre de todo mal.
+ Santiago Silva Retamales
General de Brigada
Obispo Castrense de Chile
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