Quam celerrime ad Astra

Llegar lo más rápido posible a las estrellas. Ese anhelo y sed suprema de cielo, es lo que ha caracterizado a los Cristianos desde los orígenes. Porque el fin último del hombre es contemplar cara a cara a Dios en toda su Gloria y estar unidos a Él. Esta es la mayor felicidad del hombre, y la alcanzaremos llegando al cielo. “Allí está la sociedad de los ciudadanos de la Patria celestial; allí es donde todo es fiesta; allí está el descanso verdadero y seguro; allí es donde reinan la paz y tranquilidad perpetuas” (San Gregorio Magno, Hom. 30 sobre los Evangelios). Esto es lo que creemos respecto a la Vida Eterna en el cielo. Por eso la buscamos en esta vida y esperamos conquistarla después de esta.

En un nuevo aniversario de la Fuerza Aérea de Chile, centramos nuestra mirada en el lema de su blasón: QUAM CELERRIME AD ASTRA. Precisamente, porque la sed de cielo ha caracterizado, en estos 95 años, la intrepidez con que se ha tejido la historia de esta noble Institución. Una historia que ha transcurrido de la mano con la historia de la aeronáutica. Es la historia de aquellos que se han propuesto conquistar el cielo. Sabiendo que el cielo que nuestros ojos contemplan, es tan solo la puerta que nos lleva a otro Cielo, infinito y capaz de plenificar a todo ser humano. Que nunca se extinga la sed del Cielo, que es Morada de Dios y Patria de los Bienaventurados.

En este aniversario elevamos una oración por los que nos han antecedido. Por aquellos mártires de nuestra Institución, no olvidando que ellos son parte de la gloria que se ha prendido del avión.

¿Cómo celebraremos este aniversario?, recordando que como camaradas nos une una misma misión, un mismo amor patriótico, un mismo deseo de cielo. Y, por eso, renovamos nuestro propósito de ser CAMARADAS en la vida y en la muerte, en la ruta de los 100 años.

Filipenses 2,15:   Para que sean irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin tacha, en medio de una generación perversa y depravada, entre la que brillarán como estrellas en el cielo.