Dios está en nuestra Historia

Un significado especial tuvo este nuevo homenaje a la patrona de Chile porque este año se cumplen 200 años del Voto de O’Higgins en el que invoca la protección de la Virgen y pone la patria bajo su amparo.

La misa de conmemoración contó con la presencia de autoridades civiles y militares, y delegaciones de las Fuerzas Armadas y de Orden. Fue presidida por el Obispo Castrense de Chile, monseñor Santiago Silva Retamales, quien estuvo acompañado por capellanes castrenses. En su homilía, destacó la importancia de la  fe y la conversión,  sobre todo la fe de la Virgen  María, una virtud que siempre representó de modo excelso.

Al referirse a las lecturas leídas del antiguo y nuevo testamento, el Obispo Castrense hizo reflexionar sobre lo trascendente que es creer en Dios. “Cuando  nos sentimos atacadas por diferentes conflictos; conflictos económicos, conflictos personales, por temas de familia; cuando estamos atacados por temas laborales, ¿en quién confiamos? ¿A quién nos entregamos? ¿Quién es Aquel que construye nuestra fortaleza? ¿Cómo salimos adelante?”, puntualizó.

Además agregó que creer significa confiar, confiar con la certeza que Dios es generoso y que nos ama. Dijo que tener Fe es tomar consciente y libremente la vida para ponerla en aquel que te reconstruye, que te fortalece, pero que esta  tarea tiene consecuencias. “Se debe ser sencillo porque el orgulloso y el soberbio,  es muy difícil que tengan este tipo de Fe. La gente humilde de corazón, como la Virgen, que dicen, aquí estoy. Una segunda consecuencia es que se haga lo que el Padre ha dispuesto a seguir. Se trata de confiar en Él no en ti”. Afirmó que lo principal es cambiar uno y poner la confianza en Dios porque te hace mirar la situación desde otra perspectiva. “Aparece un camino mucho más abierto, con esperanzas, sin tantas dificultades. Él te cambió y cuando Dios te cambia la vida comienza a ser otra”.

Al finalizar sus palabras  llamó a los presentes a recordar la virtud de la Fe porque permite vivir no sólo como cristianos sino que también como ser humano. “Pidámosle al Señor que nos regale la Fe que es confianza plena en Él, que abre la vida al don de la paz. Entonces miramos las cosas desde otra perspectiva y caminamos con alegría y esperanza,  porque para eso fuimos hechos, para ser felices”.