El pasado jueves 11 de julio, el Obispado Castrense de Chile celebró la Fiesta de la Santísima Virgen del Carmen, Patrona, Generala Jurada y Día de la Espiritualidad de las Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile.
Con la presencia de delegaciones de las Instituciones, la Santa Misa se realizó en la Iglesia Catedral Castrense, presidida por Mons. Pedro Ossandón Buljevic, Obispo Castrense de Chile, y concelebrada por los capellanes jefes y los de la guarnición de Santiago.
La Misa, concluyó con la entrega de un escapulario de la Virgen del Carmen para cada uno de los asistentes de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Durante la homilía, el Obispo Castrense señaló:
El día de la Espiritualidad de las FF.AA. y de Carabineros de Chile, es un momento para descubrir aquel elemento que ha marcado, que marca y que seguirá marcando la vida de relación con Dios de cada uno de nosotros. Y, creemos, que la devoción mariana, particularmente a la Santísima Virgen del Carmen, engloba todos esos elementos, tan necesarios en nuestro trato con Dios.
Ella es esa nubecilla que vio el Profeta Elías. Era pequeña como la palma de una mano (mostrar la mano). Así, como en esta mano, sus cinco dedos nos evocan las cinco puntas de la estrella en nuestro emblema nacional. Así, creemos que ella ha venido a quedarse con nosotros.
¿Por qué es nuestra Patrona y Generala? Porque ella nos eligió, no nosotros.
Después de tanta sequía, por fin Elías ve la esperanza de esa lluvia futura. Ella, la pequeña nube en la cumbre del Monte Carmelo, no es la lluvia, pero la trae en su interior. Así es la Virgen del Carmen para nosotros. No puede salvarnos, pero junto a ella siempre está el Salvador.
Esto es lo que comprendieron tantos soldados antes de nosotros. Soldados inmortales en bustos de bronce y soldados anónimos. Todos volcándose con una confianza grande en la intercesión de la Madre del Carmen. Fue la confianza del General José de San Martín y Matorras, que puso al Ejército Libertador de los Andes, bajo su protección. Fue en lo que creyó el Libertador de esta Patria Libre, el General O´Higgins al hacer un Voto Nacional de edificación de un Templo dedicado a ella, en el mismo lugar en que ella nos obtuviese la victoria definitiva. Lugar donde una nueva generación de Soldados, hace tan pocos días, pronunciaron su Juramento. De la mano de ella arengó a sus bravos marinos el Comandante Prat, de la mano de ella abordó el Huáscar, de su mano rindió la vida en su cubierta, y de su mano su alma voló a su Creador. Inmortales, los 77 de la Concepción, porque, el escapulario que llevaban en el pecho, cual coraza, impidió que el fuego enemigo pudiese destruir algo más que sólo sus cuerpos, pues sus corazones siguen palpitantes.
Ella es la Madre que cuida y vela en la carlinga de tantos aviadores que saben que es la única que puede llevarlos “Cuan raudo hacia las estrellas”, como tan acertadamente indica el blasón del escudo de la Aérea Institución. Día de la Espiritualidad que recuerda, con dolor, muchas veces, esa ya innumerable, legión de verdes mártires, que por las manos de la Virgen presentan la ofrenda de sus vidas a Dios, Nuestro Padre. Mártires, que seguimos recordando junto a la imagen de la Virgen, en los patios de Comisarías y Cuarteles.
Esto es lo que hoy celebramos, que queremos acogerla en nuestra casa. Por eso te decimos: “Virgen del Carmen, Reina de Chile. Salva a tu pueblo que clama a ti”. Amén.
A nivel canónico, las fuentes del derecho son la ley, la costumbre, los decretos generales e instrucciones (cc. 7-34). En lo que dice relación con la Virgen del Carmen y sus títulos obedece a la costumbre. Ello está dado por su peso histórico y su fundamento eclesiológico, porque ayuda a la interpretación de la ley y por el carácter universal de la Iglesia que, al estar dispersa por el mundo, está compuesta de diversas culturas.
El c. 23 del CIC afirma que «tiene fuerza de ley tan solo la costumbre que, introducida por una comunidad de fieles, haya sido aprobada por el legislador, conforme a los cánones que siguen».
El reconocimiento de los títulos de Patrona y Generala jurada de las FFAA y de Orden a la Virgen del Carmen le vienen por la costumbre. Las declaraciones y testimonios de los padres de la Patria son más que elocuentes respectos a los nombres que se le atribuyeron.
Algunos de estos testimonios son:
El Gral. Jerónimo Espejo, soldado del Ejército Libertador de los Andes, afirma que, dentro de los aprestos para el ejército, el Gral. San Martín no olvidó «poner al ejército bajo el tutelar patrocinio de la Virgen Santísima en algunas de sus advocaciones…su resultado si se hizo saber después al ejército por la orden general, que Nuestra Señora del Carmen había merecido la preferencia».
El 5 de enero de 1817, el Ejército Libertador de los Andes se dirigió de Plumerillo a la plaza de armas de la ciudad de Mendoza. En ese lugar, dicho Ejército y a la cabeza el Gral. San Martín y el Gral. O’Higgins, esperaron que «saliera del templo (san Francisco) Nuestra Señora del Carmen, patrona electa, y escoltada como prescribía el ceremonial». Terminada la Santa Misa en otra iglesia del lugar, la imagen de la Virgen volvió a salir hacia la plaza. «Al asomar la bandera y la Virgen, los cuerpos presentaron las armas y batieron marcha.
"El 18 de agosto de 1818, el Gral. San Martín escribió:
«La decidida protección que ha presentado al ejército su patrona y generala, nuestra Madre y Señora del Carmen, son demasiado visibles. Un cristiano reconocimiento me estimula a presentar a dicha Señora el adjunto bastón como propiedad suya, y como distintivo del mando supremo que tiene sobre dicho ejército». Dicha carta y bastón de mando del Gral. San Martín a la Virgen del Carmen se encuentran actualmente en el camarín de la Virgen en la mencionada iglesia mendocina".
Avda. Los Leones N° 73 - Providencia - Santiago de Chile
Fonos: 22231 0870 - 22231 0872