21 de mayo 2018.
Con presencia de autoridades y de personal de la Armada, se celebró la Eucaristía, en la capilla de la Base Naval, que presidió monseñor Fernando Chomali, con motivo de las Glorias Navales. Concelebraron junto a nuestro Arzobispo, varios sacerdotes del Decanato Talcahuano, además de capellanes de la Armada, Ejército y Carabineros.
En su homilía, Monseñor Chomali agradeció la invitación que todos los años realiza la autoridad naval y recordó que esta celebración “es muy importante no sólo para la Armada, sino que para todo el país. Arturo Prat genera mucha alegría en el país y han pasado más de 100 años de su gesta y rigurosamente cada año se celebra su gesta”.
Agregó que “este hombre caló profundo en la sociedad chilena; caló en los jóvenes y durante este tiempo hemos visto pasar muchos gobiernos, pero Arturo Prat queda y es algo que tenemos que valorar. Prat murió a los 31 años, de manera que culminó su juventud entregando su vida muy joven. Es un ejemplo para cada uno de nosotros, porque Dios nos dice que la vida tiene sentido cuando se entrega con intensidad y una persona que a esa edad hizo tanto es porque tenía pasión por vivir. Tenemos que pedirle a Dios que nos dé la gracia de tener la pasión de vivir; sólo así construiremos una mística como él lo hizo alrededor nuestro”.
Manifestó, en su reflexión, que “evidentemente que Prat estaba muy arraigado a la fe, era un hombre católico y amaba a Cristo y estaba muy vinculado a la Vid, porque él fue un buen sarmiento, que dio muchos frutos, frutos que hasta el día de hoy hemos reconocido. Hace muy bien que la Armada de Chile le dé esta solemnidad a esta celebración, porque de alguna manera representa el ideario, no sólo de quienes aquí trabajan, representan también el ideario de juventud que nosotros queremos producir, servir para la vida, prometerse altas metas, ser oficial de la Armada es comprometerse”.
Expresó, además, que “de alguna manera, Prat nos dijo que prefirió morir de pie que vivir arrodillado. Eso me parece muy importante, tener clara conciencia de nuestra vida para darla a los demás, aunque implique mucho riesgo, implique mucho sacrificio, incluso hasta dar la propia vida. Creo que este mensaje, hoy, nos viene muy bien, porque él entendió que la vida es para servir a la Patria y no servirse de ella. Prat representa de manera muy sólida, lo que es la integridad de vida, los valores fundamentales y sobre todo el valor del honor íntimamente unido al valor del deber y de la tarea bien hecha. Y la hizo tan bien que dio su propia vida. Lo prometió a la Patria y lo hizo muy bien. Tenemos que cuidar Chile, tenemos que cuidar las instituciones”, enfatizó.
Fuente: Iglesia de Concepción
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