En la mañana del sábado 21 de abril, Jaime Andrés Muñoz Sepúlveda recibió de manos del Obispo Castrense de Chile, monseñor Santiago Silva Retamales, la ordenación diaconal en tránsito al sacerdocio; celebración que se realizó junto al pueblo de Dios y acompañado por numerosos sacerdotes Capellanes provenientes de todo el país.
En la Iglesia Naval de Las Salinas de Viña del Mar, se llevó a cabo esta solemne celebración, que contó con la presencia del Obispo de Valparaíso, Monseñor Gonzalo Duarte y el Obispo emérito de Rancagua, Monseñor Javier Prado; capellanes de las FF.AA. y Carabineros de Chile, autoridades Navales, sacerdotes de la diócesis de Valparaíso, diáconos, seminaristas del Seminario Pontificio de Lo Vásquez, religiosas, familiares y amigos del nuevo diácono. En la celebración, realizó sus promesas de ejercitar el ministerio según la voluntad de Cristo y de su Iglesia, bajo la guía pastoral de su Obispo. Se pidió la intercesión de los santos, recibió la imposición de manos del obispo y la oración de ordenación que le confirió el don del Espíritu Santo para el ministerio diaconal. Recibió la estola diaconal, la dalmática, el libro de los Evangelios y el abrazo de la paz.
Monseñor Silva afirmó que la ordenación diaconal, en vistas al sacerdocio, manifiesta el misterio de la Iglesia, el sacramento del orden, el ministerio y la vocación.
Además, profundizó en el misterio de la llamada de Dios en la vida del nuevo diácono:
“Jaime se conoce y sabe que su elección no es por mérito propio, es un llamado que Dios hace por medio de su Iglesia a Servir. Su vocación al sacerdocio no se fundamenta en cualidades humanas, en las virtudes que se puedan tener más o menos o en capacidades naturales. “somos vasijas de barro que llevamos un gran tesoro…”
Nuestro obispo se refirió al diaconado como un servicio a Dios, a la Iglesia y como testimonio de la fe, esperanza y caridad. Además, aconsejó al neo diácono a ser fiel como la Virgen María, San José y todos los santos, para recibir alegría, paz, paciencia, fortaleza, perseverancia y ardor apostólico.
“Servirás a tus hermanos como ministro de la Iglesia para ayudarles a estar cada vez más unidos vitalmente a Cristo con la Palabra de Dios que anunciarás, los sacramentos que administrarás y tu propio testimonio de fe, esperanza y caridad. Nunca los tiempos han sido fáciles para anunciar a Jesucristo. Tampoco ahora. Pero si eres fiel a Jesucristo y a la Iglesia, como lo fueron la Virgen María, San José y todos los santos, el Señor hará germinar en ti la alegría y la paz, la paciencia y la fortaleza, la perseverancia y el ardor apostólico. Serás testigo en tu propia vida que las promesas de Dios se cumplirán. En las dificultades de hoy, recuerda que ‘la promesa es de ayer, pero para mañana’ ”.
El obispo castrense hizo un llamado a los fieles a orar por Jaime Andrés, a ser cercanos a él viendo siempre y en toda circunstancia su condición de clérigo, consagrado total y exclusivamente a Dios para el servicio de sus hermanos.
El Vicealmirante Cristian Ramos, en nombre de la Armada de Chile, junto a fieles de la Iglesia Naval, familiares, amigos y jóvenes de la Academia Politécnica Naval, que participaron de la celebración, manifestaron su alegría por este acontecimiento eclesial, que a la Armada de Chile, le deja un Capellán a su servicio.
También en dicha celebración, recibió su alba el seminarista castrense Ever Vera, que se inicia en su proceso vocacional.
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