Fuente: ACIPRENSA
El P. Kapaun fue ordenado sacerdote en 1940 y se unió a las fuerzas armadas en 1944, sirviendo en el ejército en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea.
Luego de años de entrega al Señor, falleció como prisionero en un campo norcoreano donde estuvo siete meses, el 23 de mayo de 1951, víctima de la neumonía y la desnutrición.
La entrega del P. Kapaun
El sitio web de la Diócesis de Wichita, creado para alentar la causa de canonización del sacerdote, recuerda que cuando estuvo prisionero en Corea, el P. Kapaun se levantaba muy temprano para atender a los demás prisioneros, sin importar las temperaturas bajo cero del invierno.
Les daba alimento a los demás, los cuidaba e incluso bañaba a los que estaban muy débiles para hacerlo. Se ofrecía para enterrar a los muertos y hacer algunas oraciones por ellos.
En las dos sesiones de adoctrinamiento que tenían los prisioneros, los comunistas trataban de convencerlos de lo malo que eran el capitalismo y la religión.
En una ocasión, el P. Kapaun se puso de pie y dijo: “Dios es tan real como el aire que respiras pero no puedes ver; como los sonidos que escuchas pero no puedes ver; como los pensamientos e ideas que tienes pero que no puedes ver ni sentir”.
El sacerdote también rezaba con los prisioneros, alentándolos incluso a orar por sus captores.
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