Al celebrarse el 23 de octubre la memoria litúrgica de san Juan de Capistrano, Patrono de los Capellanes Militares en el mundo, quisiera hacer llegar un reconocimiento y afectuoso saludo a todos los sacerdotes que sirven en el Obispado Castrense de Chile.
Esta fiesta es una ocasión propicia para recordar que nuestro Santo Patrono nació en Capistrano, reino de Nápoles, el año de 1386. Ingresó a la Orden Franciscana y sobresalió por su fe, austeridad de vida y predicación del Evangelio, por su servicio diplomático y la búsqueda de la unidad de los cristianos. Pero dentro de sus múltiples tareas, san Juan de Capistrano destacó en la Cruzada contra los turcos iniciada el año 1453. Después de reunir a miles de cruzados y animando a combatir en el nombre de Jesús y la cruz, obtuvieron la victoria ante las tropas del Sultán Mahoma II. De esta manera, san Juan de Capistrano luchó, pero lo hizo con las armas de la oración, la penitencia y predicación. Por estas virtudes, el Papa san Juan Pablo II declaró a San Juan de Capistrano como Patrono de los Capellanes Militares, el 10 de febrero de 1984, mediante la Carta Apostólica "Servandus Quidem".
Bajo la luz del testimonio de nuestro Santo Patrono quisiera agradecer a los capellanes los esfuerzos que realizan día a día por anunciar el Evangelio de Jesucristo, por santificar mediante los Sacramentos, catequizar y hacer presente el Reino de Dios entre los fieles. Al mismo tiempo y a pesar de la distancia física, los animo a perseverar unidos en la fe y caridad, rezando unos por otros y conservando la unidad presbiteral.
Sigamos pidiendo al Señor que prontamente nos envíe un pastor según su Corazón y que en cada uno de nosotros renueve el don de la vocación sacerdotal.
Pbro. Claudio Verdugo Cavieres
Administrador Apostólico
Obispado Castrense de Chile
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